No sé por qué, pero al comenzar a bajar al subterráneo, un comentario suyo me hizo explotar de risa. La gente volteaba para vernos juguetear, y, haciendo un mohín de desprecio, se volvían, echando humo por las orejas. Hora punta, nos vimos rodeados. Obligados a avanzar como pingüinos, tratábamos de no perdernos. Mucho rato después, un vagón abrió sus puertas frente a nosotros y la avalancha nos tomó desprevenidos. Al cierre de puertas, mis ojos se encontraron con los suyos, mis manos suavemente apoyadas en su pecho, sus brazos rodeándome, presionados uno contra el otro. El silencio nos absorbió.
H. D.~ (c) = MINE, dude!!!!!!
Arcano 13
Hace 2 años
1 comentario:
yo tbm participe, pero el de santiago en 100 palabras
era como una version loca de el joven manod de tijera, pues el muchacho era de papel y murio,por la lluvia de stgo
que pena
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