Salí tarde y llegué como a las 12:15 a la u. Saludé a Carlos y a la Maca y les pregunté por "los chicos", porque la verdad es que aún no sé cómo llamarlos y en el momento olvidé con quiénes me iba a juntar. Había una multitud de segundo agrupada al lado del puesto del guardia, parecía complot. Vi a la otredad sentada fuera del casino por entre el ascensor y la pared del icei a lo ninja, pero no quise ir a saludar, andaba tarde. Llamé a la Michelle y me dijo que estaban yendo al búnker. Los encontré allá - Miche, Molka y Maxi (lol M3). Buscamos una guía de teléfono, no encontramos. Vimos una foto chan de la Miche en su celular, se avergonzó caleta. Fuimos a buscar entonces por amarillas.cl y encontramos un sólo jardín infantil enlistado de Pedro Aguirre Cerda y llamamos. Nos dieron el visto bueno al toque, hasta indicaciones, sólo teníamos que hacer hora hasta las 16:30 aprox.. Las chicas me acompañaron al SEMDA sólo para que me digan que no había traumatólogo allá, pero no me importó, porque había pedido hora un poco antes, en la sala de computación. Es en el Central, eso sí, allá en Recoleta :/ La Miche nos contó su último acontecimiento.
¡No había pañuelos desechables en ningún quiosko del campus! Así que la Miche nos invitó a almorzar a su casa. Pasamos a comprar pan, estaba muy rico. Nos hizo hamburguesas con fideos con crema. Mientras cocinaba, con la Molka hablábamos sobre planear ir a Argentina el próximo año - sugerencia mía, como viaje del ombligo lol. Estaba rico. Me comí el jugo de tomate con el pan. Devoramos lo que quedaba del litro de helado de chocolate que compramos hace harto rato ya y que había quedado en su casa porque a ella no le gusta ese sabor. Y partimos de vuelta.
Hablamos de peinados de vuelta y de que a la Miche no le gusta nada de ella y otros lololez. De nuestras mamás. Y nos reímos de un comentario demasiado wtf de alguien que pasó caminando junto a nosotras. Esperamos a Maxi, medio muertas, esperando que se le haya pasado la ñaña. Eran como las 3, nos fuimos en una micro hasta O'higgins. Se le había pasado, por suerte. Pelamos al profe de foto. Contó una talla ultra fome de la lana virgen. La micro iba llenita. Cargamos el pase en el metro. Éste también iba lleno. Hicimos combinación y esta vez no estaba tan lleno. Se hizo corto el tramo.
Nos bajamos y confiamos en que Maxi supiera dónde ir. Nos subimos a una micro donde el chofer no sabía dónde quedaba el paradero al que teníamos que llegar. A la vida, no má'. Harto rato en la micro. Cosas nuevas por la ventana. Miche le preguntó a una señora al ratito si es que estábamos en la micro correcta, y nos indicó dónde bajarnos. Fuimos a parar primero a un jardín que no era, pero que igual se veía 'interesante'. De ahí lo encontramos, y nos dimos cuenta de que era re fácil llegar y nos dio vergüenza. Nos hicieron esperar un rato, los niños estaban saliendo y estaban haciendo una pequeña venta de dulces, entonces había el medio taco pa entrar. Esperamos y planeamos afuera lo que iba a ser el documental. Como a las 5, quedamos desocupados y con todos los permisos. Vimos a una niña en la sala cuna que corría feliz y torpe para todos lados y hasta cuando se caía, sonreía. Estaba que me la raptaba. Rodeamos el jardín por afuera para ver los espacios. Convencí a la Miche de acompañarme a comprar ropa hoy en la mañana. Esperamos la micro de vuelta - la tercera - y nos fuimos sentados al fondo. No pasó mucho antes de que se llenara.
Maxi se quedó en la micro, nosotras nos bajamos en el metro. Me acompañaron a Estación Central para cotizar botas. Elegí un par. Nos fuimos. Agarramos una micro hasta Los Leones, que se demoró mil años. Tuvimos harto tiempo para conversar. Nos bajamos un poco antes y yo, por terca, les hice cruzar miles de veces la calle.
Anduve por Av. Providencia, cerca de las 7 de la tarde. Y por dios que estaba lleno. Lleno de pokemónes y de gente otros. NUNCA la había visto tan llena. El portal Lyon apestaba a axila. Ew. En Falabella, nos cruzamos con una actriz, esa que conoce el profe Mauricio, y no miraba a nadie a la cara. Apenas nos pasó de largo, salió el OMG I KNOW HER. Fue gracioso. La ropa era muy de señora pa mí. La línea de Cerati prueba que el weon se AMA. Y la ropa era linda, pero si fuera hombre, me vestiría con sólo una de las prendas que vi ahí, no son mi estilo. Los carteles de perfumes son demasiado minos, quiero uno pa mi techo. La Molka le hizo 1313 a un maniquí.
Me encanta pasear con las chicas y de repente decir: "... ¿hacia dónde estamos yendo?" lol. No me gusta que, entre todos los miles de Castaños de esa avenida, no haya ningún muffin de chispas de chocolate.
La Molkita tomó el metro para irse, en Los Leones. La Miche y yo seguimos caminando. Me confesó que se iba a poner a llorar y no quería. La abracé y la escuché. Hacía frío, mi garganta estaba adolorida, me costaba responderle. Hicimos la vuelta ridícula en u para tomar la micro. Pudimos irnos sentadas, de nuevo al final. Me contó todo. La abracé e intenté calmarla. Le ofrecí ir a mi casa, no quería dejarla sola. Aceptó.
Casi nos pasamos del paradero porque iba muy volaa. En el paradero para la siguiente micro, la Miche se desahogó un rato. Yo la abracé y le pasé mi bufanda para que se limpiara. Corrimos a agarrar la micro, me dijo que todo Santiago se lo recordaba. Yo no supe qué decirle.
Nos bajamos y me preguntó cómo me iba para la u. Se sorprendió cuando le dije que caminando. Llegamos a mi casa y saludó a la señora Cecy, a lo cual ella se sorprendió mucho, alegando que casi ninguna de mis amigas la saludó la primera vez que vinieron. Hicimos arroz, una hamburguesa de pollo para ella, atún y choclo para mí. Juguito de naranja natural, tecito para mí, cafecito para ella. Vimos algo en la tele, creo que Los Pells. Prefirió irse antes de que fuera más tarde. Quedamos en juntarnos hoy a las 11 en el metro.
Preferí ir a dejarla a Macul. Me agradeció haberla escuchado y todo. Yo la abracé y le dije que estaría siempre cuando me necesitara. Me fui de vuelta. Pasé a sacar plata al cajero para el shopping spree de hoy. Recibí la mala sorpresa de que se habían robado los cajeros del Unimarc, y el que pusieron de repuesto estaba sin plata. Salí y me quedé un rato parada afuera, sin saber a dónde ir. Ya era tarde y estaba cansada, no quería mucha más guerra. Decidí ir a la gasolinería a unas cuadras, escuchando música, respirando por mi bufanda porque me dolía la nariz. La tienda de la estación de servicio está bajo reparaciones y lo había olvidado, pero al lado hay uno de esos mini supers del jumbo y pasé a ver si tenían. Había uno muy extraño y que se demoró mil años en darme toda la plata. La saqué, me detuve al salir, por alguna razón que no recuerdo. Volví a mi casa por un atajo, bailando “Sorry Sorry” al caminar – cosa difícil. Me crucé con un viejo curioso y una señora con escoba nueva.
Subí la escalera, corta de aliento, y al entrar a la casa, como siempre, puse agua a hervir para hacerme otro té. Me quedé peleando con FanFiction.net porque nunca me dejó subir el capítulo 20 de Reset – hasta ahora, sigo en eso -, que tengo listo desde el Jueves en la noche. La Jeshu me dijo que le encantó y que no puede esperar a leer el siguiente / último. La Kathy dijo que tenía que leer desde el 7 en adelante aún. Facebook, deviantART, Gmail, lo de siempre.
Y dieron las 12, cumpleaños de la Jeshu. Ir a comprar ropa para renovar mi closet y estilo. Pasear mil años. Llover. Despertar mal de la garganta. Comer poco. E imaginar mucho.
… En conclusión, un día común y corriente en Santiago.
TTFN.
1 comentario:
qué día xD (comentario aporte de tu hubby xD)
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